¿colocación
flotante o encolada?
Una segunda distinción en el mundo de los suelos de madera puede realizarse en función del tipo de colocación. En la actualidad, las dos técnicas más utilizadas son la colocación flotante y la colocación encolada. Tienen orígenes diferentes y se asocian a dos culturas diversas de la vivienda; pero, sobre todo, la elección puede condicionar el tipo de producto que debe utilizarse e incidir de forma significativa en el resultado final. Descubrimos las diferencias.
Colocación flotante
estabilidad
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duración
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acústica
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elasticidad
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La colocación flotante nace inicialmente para ofrecer una solución de suelo ágil y fácilmente desmontable. El parquet se apoya simplemente en el sustrato, encima de una fina manta elástica de unos pocos milímetros. Los lamas se encastran o encolan entre sí solo en los laterales, realizando una especie de alfombra de madera flotante. El sustrato, al no formar un cuerpo con el parquet, no puede ofrecer una contribución activa por lo que se refiere la estabilidad. Esto repercute también en la percepción acústica, ya que al pisar este tipo de suelo la solidez resulta perjudicada. La colocación flotante es idónea cuando se busca simplicidad de aplicación y facilidad de desmontaje. También es adecuada en aquellas situaciones en que no se den las condiciones técnicas para una colocación encolada. Estas características hacen que su uso esté más difundido para los parquets vendidos en el canal del «bricolaje» y para suelos de tiendas comerciales.
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Colocación encolada
estabilidad
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duración
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acústica
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elasticidad
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El sistema más eficaz para la colocación in situ de un parquet es la colocación encolada, donde el suelo se solidariza con la solera de cemento formando un cuerpo único. Esta solución aplicativa es muy favorable desde el punto de vista técnico ya que también implica la participación activa del soporte en la estabilidad dimensional de la madera. Es un sistema de colocación que garantiza prestaciones mejores por lo que se refiere a la resistencia a la deformación del suelo y a la percepción acústica sin ruido de pisadas, sin riesgo de que pueda sonar a vacío, o flexar si la base inferior no es perfectamente plana. También es la solución técnica más aconsejable en caso de sistemas de calefacción de suelo radiante.
LA COLOCACIÓN CLAVADA
La colocación clavada es una técnica de origen antiguo, pero ya obsoleta. Antaño, los lamas de madera se encastraban entre sí y se fijaban mediante clavos a un entarimado o a una estructura de rastreles introducidos en un sustrato oportunamente preparado. Los numerosos vínculos y contraindicaciones relacionados con las exigencias constructivas actuales (espesores disponibles en intervenciones de reforma) y de vivienda (confort y eficiencia energética en caso de calefacción de suelo) relega esta técnica a ca aisladas, especialmente en el campo de la recuperación histórica.