Madera y salud
con un parquet saludable.
¿nuestra salud?
Está por encima
de todo.
La salud es un valor supremo y no negociable. Y, sin embargo, a menudo se ve amenazada por factores externos sin que ni siquiera nos demos cuenta. Y esto no ocurre solo fuera de las paredes domésticas, debido al smog y a determinados estilos de alimentación y de vida que nos imponen los ritmos modernos, también se da en los espacios que deberían ser más íntimos y protectores, los de nuestra casa, nuestro nido y refugio natural, que, sin embargo, puede esconder un enemigo insidioso y del todo invisible.
Se trata de la contaminación de origen artificial relacionada con los productos utilizados para la construcción de la envoltura constructiva, para los acabados y las decoraciones. Estudios recientes demuestran que la calidad del aire en los espacios internos, de vivienda o de trabajo, pueden representar en la actualidad un riesgo para la salud incluso superior al de la exposición al aire exterior de muchos centros urbanos. Los ambientes de interior, cada vez estancos y herméticos para responder a las normas de ahorro energético, incrementan aún más la exigencia de una elección meticuloso de los componentes, que va más allá del aspecto puramente estético. Se elegimos un suelo de madera también es porque queremos rodearnos de naturaleza y bienestar.
Cierto. Sin embargo, el producto no debe traicionar las expectativas. Será una de las superficies más vasta de nuestra casa. Dormiremos juntos. Transcurriremos en estrecho contacto al menos 8 horas de 24, esto es, más de un tercio de nuestra vida. Acompañará el crecimiento de nuestros hijos y nietos. Aunque no sean visibles a simple vista, hay aspectos que no deben descuidarse.