La intervención arquitectónica llevada a cabo por el estudio AMDB, fundado por los arquitectos Daniela Bianchi y Alessandro Marcattilj, consiste en una reforma completa del edificio a través del uso de un lenguaje arquitectónico contemporáneo, insólito para una ciudad como Florencia, capaz de conferir una óptima disponibilidad de los espacios y concediendo la máxima atención al estudio de cada detalle.
El tema conductor del diseño de los interiores es el patrimonio artístico de Florencia declinado a través de la reinterpretación y la relativa reproducción a gran escala de algunos detalles de obras de artistas del Renacimiento como Miguel Ángel, Juan de Bolonia, Ammannati y Baccio Bandinelli, presentes en los lugares más significativos de la ciudad.